Pronostican bancarrota de EE.UU. en el verano del 2009
Anunciar esta alerta económica no es nada fácil en los tiempos que se están viviendo. Y no se trata de sembrar el pánico, sino más bien de plantear una advertencia de lo que puede suceder si las autoridades políticas de todo el mundo, y en particular las de los Estados Unidos, no llegan a un acuerdo compartido con las demás regiones del planeta de cómo solucionar la actual crisis del sistema financiero global y evitar la caída abismal de la economía real estadounidense. La advertencia, la declaración de la bancarrota del gobierno de los EE.UU. en el verano del 2009 y la desaparición del dólar (devaluado al 10%) para dar paso a una nueva moneda (el Amero), es importante tomarla en cuenta porque quienes lo anuncian, son los mismos académicos europeos que, desde principios del 2006 y a lo largo de todo este año, han anticipado con una precisión increíble lo que ha sucedido y está sucediendo.
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A. Mondragón / LTH
Los expertos del Laboratorio Europeo de Anticipación Política (LEAP), quizá el único centro académico en el mundo que, desde el 2006, previó casi con exactitud la actual crisis financiera y económica global, lanzaron una nueva advertencia: La bancarrota del gobierno de los EE.UU. en el verano del 2009, y la creación de un «nuevo dólar» al 10% de su valor actual. Esta advertencia fue publicada en el número más reciente del Boletín Europeo de Anticipación Global (GEAB N°28), publicado el sábado 18 de octubre del 2008.
De acuerdo a los publicado en su página Web, los investigadores de este laboratorio creen que «en el verano de 2009, el gobierno de los EEUU. entrará en cesación de pagos y, por lo tanto, no podrá pagar a sus acreedores —titulares de Bonos del Tesoro de EE.UU., títulos Fanny Mae y Freddy Mac, etc.)».
Esta situación de bancarrota, agregan, «tendrá obviamente consecuencias muy negativas para el conjunto de los tenedores de activos nominados en dólares estadounidenses». Y, según los analistas del LEAP, el período que comenzará entonces —en el Verano del 2009— será favorable para la instauración de un «nuevo Dólar» destinado a remediar brutalmente el problema de la cesación de pago y la fuga masiva de capitales de Estados Unidos.
Este proceso, según el reporte del GEAB, resultará de los siguientes cinco factores:
1. La reciente evolución, la suba (ficticia), del Dólar Estadounidense es una consecuencia directa y provisoria de la caída de las bolsas mundiales
2. El «bautismo político» del Euro, que acaba de tener lugar da una alternativa a la crisis del Dólar Estadounidense, como «valor refugio» creíble
3. La deuda pública estadounidense se expande ya incontrolablemente [y puede expandirse a límites insostenibles si, como algunos economistas —como Paul Krugman y Nouriel Roubini— plantean, el gobierno se endeuda más para realizar inversiones públicas con capitales privados. Nota del Editor].
4. El colapso actual de la economía real de Estados Unidos impide cualquier otra solución que no sea la cesación de pago
5. «¿Fuerte inflación o hiperinflación en los Estados Unidos en el 2009?», esta la única duda.
Como un marco de referencia para su análisis, los investigadores del LEAP señalan que se puede hacer una idea de la futura evolución observando a Islandia, cuya bolsa se hundió el 76 % después de haber sido cerrada algunos días para «evitar» el pánico (MarketWatch, 14/10/2008). «Este país constituye, en efecto, un buen ejemplo de lo que le espera a los Estados Unidos», tras comprobarse que el «colapso del sistema financiero islandés se produjo porque había sido sobredimensionado con relación al tamaño de la economía (real) del país».
Así, desde este contexto, «vale la pena reflexionar sobre el precedente islandés para aprehender la evolución de los acontecimientos de los próximos doce meses en Londres y Washington», indican los expertos del LEAP.
Diversos actores
Entonces, dado que desde Septiembre todo el mundo ya es consciente de la existencia de una crisis sistémica global, caracterizada por un colapso del sistema financiero estadounidense y su contagio al resto del planeta, un creciente número de actores mundiales han comenzado a actuar por sí mismos —actores multipolares ante el caos del sistema, como muy bien lo señala Immanuel Wallerstein— ante la ineficacia de las medidas adoptadas o recomendadas por los Estados Unidos, todavía el centro del sistema financiero mundial desde hace décadas.
Un ejemplo de esta fuerzas multipolares lo fue la 1ª Cumbre de Eurolandia (o Eurozona), celebrada el domingo 12 de septiembre de 2008, cuyas decisiones por su alcance (cerca de 1.700 millones de euros) y su naturaleza, permitieron una recuperación (momentánea) de la confianza en los mercados financieros de todo el planeta, por lo que el título «El mundo post-septiembre de 2008» es completamente ejemplar.
No obstante, aunque e el futuro Septiembre pasará a los libros de historia de todo el planeta como el que «datará» el estallido de la crisis sistémica global, la verdad es que será la fase de «decantación», la última de las cuatro fases de esta crisis, identificada por LEAP/E2020 desde de junio de 2006. Como siempre, señalan con ironía, «cuando se trata de grandes grupos humanos, la percepción del cambio por la mayoría se produce sólo cuando el cambio ya es un hecho».
Lo ocurrido, en Septiembre del 2008, constituye la mayor explosión del «detonante financiero» de la crisis sistémica global, dicen los analistas del LEAP, y este segundo semestre del 2008 es el momento en que «el mundo se hunde en el núcleo de la fase de impacto de la crisis sistémica global». Esto significa que, a fines de este semestre, el mundo entrará en la fase de la «decantación» de la crisis, es decir, la fase en la que vemos las consecuencias de la conmoción establecida.
¿Cuanto durará y qué pasará?
De hecho, será la etapa más larga de la crisis [entre tres y diez años dependiendo del país, dos años en los Estados Unidos dice el profesor Nouriel Roubini], y afectará directamente a un gran número de personas y países. «Es en esta etapa que se verá, emerger los componentes del nuevo equilibrio mundial», según los investigadores del LEAP. [Aunque para el profesor Wallerstein, un estudioso del sistema-mundo capitalista, volver a un punto de equilibrio bajo el actual sistema ya no es posible, y solo cabe esperar la aparición de un nuevo sistema en las décadas por venir. Nota del Editor]
Pero mientras tanto ¿que ocurrirá?.
La gente debe estar atenta y no conformarse con las súbitas alzas en los mercados. La «reparación de emergencia» realizada por la Eurozona en la primera semana de octubre, necesaria para evitar el pánico que amenazaba con hundir todo el sistema financiero mundial en un par de semanas, no debe ocultar tres hechos fundamentales, advierte el boletín del LEAP.
En primera instancia, la «reparación» se limita a ganar tiempo, a lo máximo de dos a tres meses debido a la recesión mundial y al colapso de la economía de EE.UU. que se acelerará y crearán nuevas tensiones económicas, sociales y políticas que hay que tratar con anticipación desde noviembre (una vez que los «paquetes financieros» se hallan puesto en ejecución, y tras conocerse los resultados de las elecciones presidenciales en los EE.UU.)
En segundo lugar, los enormes recursos financieros destinados a la «reparación de emergencia», aunque son necesarios para poner en orden el sistema financiero mundial, no estarán a disposición de la economía real para hacer frente a la recesión global.
Y tercero, el más serio, la «reparación de emergencia» resultará en una marginalización y, en consecuencia, un debilitamiento suplementario de los Estados Unidos, porque establece procesos contrarios a los predicados por Washington para los $700 mil millones del «rescate» propuesto por Hank Paulson y Ben Bernanke: una recapitalización de los bancos por los Gobiernos (decisión que Paulson se ve obligado a seguir ahora) y una garantía de los préstamos interbancarios.
Estos acontecimientos desvían cada vez más la toma de decisiones y los flujos financieros fuera de la órbita de EEUU., en un momento en que su economía y la explosión de su deuda pública y privada la necesitan más que nunca, por no hablar de las jubilaciones que se hicieron humo.
El último punto ilustra cómo, en los próximos meses, las soluciones a la crisis y sus distintas secuelas (financieras, económicas, sociales y políticas) van a divergir cada vez más. Es decir: lo que es bueno para el resto del mundo no lo será para los Estados Unidos y en adelante, Eurolandia a la cabeza, y el resto del planeta deberán hacer sus propias elecciones.
Conmoción brutal
Y es así que se llegará «la conmoción brutal que generará la cesación pago —o bancarrota— de los Estados Unidos en el verano de 2009, en parte como una consecuencia del desacoplamiento de la toma de decisiones de las grandes economías del mundo con relación a los Estados Unidos», advierte el informe del GEAB. Pero «es previsible y puede ser amortiguada si todos los actores empiezan ahora a anticiparla».
A la espera de que el colapso de septiembre de 2008 habrá «enseñado» a los responsables políticos, económicos y financieros del planeta a comprender que se actúa mejor por anticipado que en la emergencia, advierten los analistas europeos, «sería una lástima si la Eurozona, Asia y los países productores de petróleo, al igual que los ciudadanos de EE.UU., de repente descubrieran en el verano de 2009, luego de un largo fin de semana o un cierre administrativo de las entidades de crédito y bolsas en los EE.UU., por varios días, que sus Bonos del Tesoro y sus USD sólo conservan el 10% de su valor ya que se instauró un «nuevo Dólar»
Y el «nuevo Dólar», el Amero, no es ninguna fantasía, ha estado en discusión por más de una década y, desde el punto de vista teórico, sería una emulación del Euro al convertirse en una moneda común entre Estados Unidos, Canadá y México. Por lo demás, con una moneda común ¿que sentido tendría la inmigración? Una nueva moneda, además de otros objetivos citados anteriormente, sería una herramienta por demás efectiva para desmantelar uno de los grandes problemas de EE.UU., desde la perspectiva de los anti-inmigrantes.
Lucidez en un momento difícil
Como lo advirtieron varias veces estos académicos desde el 2006, esta crisis es sumamente importante en cuanto al impacto y sus consecuencias, a diferencia de la de 1929.
«Históricamente, todos somos protagonistas principales, testigos y/o víctimas de una crisis que afecta a todo el planeta, con un grado sin precedentes de interdependencia entre países (debido a la globalización de los últimos veinte años) y las personas (por el grado de urbanización dependientes de las necesidades básicas —agua, alimentos, energía,… la actualidad no tiene precedente en la Historia). Sin embargo, el antecedente de los años 1930 con sus terribles y destructoras consecuencias les parecen a nuestros investigadores bastante presente en la memoria colectiva para permitirnos, si los ciudadanos están atentos y lúcidos los dirigentes, evitar un bis repetita que conduzca a una (o las) gran(des) conflagración(es)», indican.
Y agregan: «Europa, Rusia, China, Japón, constituyen sin duda algunos los actores colectivos que pueden asegurar que la implosión en curso de la potencia dominante de estas últimas décadas, los Estados Unidos, no conduzca al planeta a una catástrofe. En efecto, a excepción de la URSS de Gorbachov, los imperios tienden en vano a intentar revertir el curso de la Historia cuando sienten su poder desmoronarse. Está en las potencias socias canalizar pacíficamente el proceso, así como a los ciudadanos y las élites del país les concierne dar prueba de lucidez y enfrentarse con el período que se avecina».
Esta advertencia contra una guerra mundial no es gratuita. Hace 70 años, EE.UU. pudo emerger de la depresión porque, tras la II Guerra Mundial, fue el único país que emergió con su aparato industrial intacto e impuso sus condiciones económicas y políticas a los estados rivales destruidos de Europa y Japón, lo que lo consolido como la única súper potencia. Hoy en día, su confrontación con Rusia —con la instalación de misiles estadounidenses en países limítrofes con este país y los incidentes en Osetia del Sur y Georgia— son claros indicios de que una confrontación con Rusia están en los planes de quienes controlan el Pentágono. De modo que evitar una guerra termonuclear con Rusia es una imperiosa necesidad —dado que quienes manejan ideológicamente y políticamente a Barack Obama, apuestan por una confrontación con Rusia, según lo advierte el autor Webster Griffin Tarpley.
Para ver la información original en inglés ver: http://www.leap2020.eu/GEAB-N-28-is-available!-Global-systemic-crisis-Alert-Summer-2009-The-US-government-defaults-on-its-debt_a2250.html
Fuente: Tribuna Hispana
Publicado el enero 23, 2009 en AMERO, Crisis económica mundial y etiquetado en amero, bancarrota, crisis, economia, economica, estados, financiero, moneda, mundial, nuevo, orden, quiebra, sistema, unica, unidos, usa. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Esto es realmente el cumplimiento de las profecías bíblicas. Debemos prepararnos para la Crisis Final que se avecina, o mejor dicho, ya está entre nosotros. Quizás muchos duden, como en los días antes de Diluvio, que un cataclismo universal se avecina. Se cumple el refrán que dice «Cuando la economía de los Estados Unidos tose, las otras están tuberculosas». Necesitamos fe, coraje y unción de arriba para vivir en estos días difíciles e inciertos.
A esto agregale que el 11.02.2009 el Daily Telegraph de inglaterra, comenta de un documento secreto que circula entre los Ministros de Economia Europeos reunidos en Bruxelas sobre el agujero de 16,300 billones de libras esterlinas en papeles tòxicos existentes en la Banca Europea,mas los esfuerzos asiaticos yncluyendo a Japon en crisis,la BANCCAROTA es innegable,lo que cave es el sinceramiento economico, reconocerlo y hacerle frente desde esa perspectiva,privilegiando la produccion de riqueza real,el uso de mano de obra intensiva,y una vida en paz. Es mezquino aferrarse a sistemas que han demostrado ser un atraso para la humanidad,como son el comunismo y el capitalismo,alto a la codicia y avaricia entre seres humanos y naciones
Es un excelente cometario de ciencia ficcion
Ya pasó el verano.